26 de agosto de 2013

Rosquillas Las Hunfrias

    Aprovechando las vacaciones en el pueblo, he tomado la receta de unas rosquillas típicas de Las Hunfrías (Toledo) que son las que se hacen cuando se celebra algún acontecimiento: bautizo, comunión, boda, jubilación, etc, también se hacen retorcidos que otra vez que vaya le pediré la receta a mi tía Eutimia (que le salen de vicio).



    Pongo el lugar donde se hacen así porque ya sabéis que cada pueblo aunque las hagan parecidas cada uno le aporta su toque especial. La receta la pongo para una docena, pero vamos que se pueden hacer de 3, 6, 9 huevos como se quiera. Si hacéis 12 ya podéis invitar a toda la familia porque salen un montón. Para casa con que hagáis 3 huevos yo creo que tenéis para desayunar unos días.
    Y después de esta extensa entrada vamos con los ingredientes:
- 12 huevos
- 1 litro de leche
- 1 kilo de azúcar
- 1/2 litro de aceite de oliva
- 2 y 3/4 kilo de harina
- 4 sobres de levadura química
- 1/2 vaso de anís
- anises tostados y molidos (al gusto)
- ralladura de limón y naranja (al gusto)



     En una cacerola grande se ponen todos los ingrediente menos la harina y la levadura y se bate con la batidora (también se puede hacer con varillas)











   Luego se añade la harina con la levadura poco a poco y se va batiendo con una cuchara o unas varillas hasta que quede una consistencia lo bastante dura para poder hacer bolas pero no tan blanda como para que se pegue a las manos.




    No hay que dejar reposar la masa ni ponerla en ningún sitio cerca del calor.
   Se pone aceite (de oliva o girasol según el gusto) en una sartén a fuego medio-alto y se le añaden 7 ó 9 garbanzos (es para que no haga espuma el aceite y no preguntéis porque ese número de garbanzos pero funciona)


    Nos untamos las manos con aceite y se hacen dos bolitas del tamaño de una nuez o algo mas y se unen, se les abre un agujero en el centro y se les echa a la sartén, con ayuda de un palo se le acaba de abrir el agujero en la sartén y cuando están doradas se le da la vuelta y se la fríe hasta que este bien dorada (para que no se quede la masa del interior cruda).


    Se las saca a un plato y cuando están un poco frías se les echa azúcar por encima (eso al gusto). Si la masa se reblandece mientras se están haciendo se les añade mas harina para que vuelvan a tener la consistencia deseada.














y ya cuando están frías se pueden degustar con un cafecito o un chocolate, o sin nada.
Para conservarlas y que no se pongan duras se las pone tapadas en un recipiente.



















    Estas rosquillas las hicieron mi madre Milagros, mi tía Eutimia, yo que ayude a freírlas y Alejandro (el nieto de mi tía) que las envolvía en azúcar y las colocaba en el recipiente.

1 comentario:

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