Mi marido nunca quiere que le haga las tartas decoradas con fondant pero este año cambió de idea y quería una tarta con la caja de la batería que tiene (su última gran pasión) y claro como me iba a negar.
El bizcocho es un Red Velvet relleno de crema de nata y queso y cubierto de ganache de chocolate negro.
La decoración está realizada con fondant y una impresión con tinta comestible de la marca de la batería.
Lo mejor de todo es la ilusión que le hizo a mi marido.
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