Esta tarta era una sorpresa para la celebración de un 50 cumpleaños de una persona muy viajera, que le encantan los trenes y la meteorología, con todo eso intenté hacer una tarta personalizada que reflejase un poco sus gustos y aficiones.
La tarta está hecha con un bizcocho de chocolate relleno de una doble capa de trufa y cubierto de ganache de chocolate negro.
La decoración está realizada en fondant, impresión comestible en papel de azúcar y rotuladores comestibles.
La tarta le encantó al homenajeado y se guardó algunos detalles para el recuerdo.
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